I couldn’t feel, so I tried to touch.. .

Posted: lunes, 26 de agosto de 2013 by Underfunded . - in
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Éste laberinto masoquista de seres humanos sentimentales parece una trampa mortal. - "Dicen que el amor es una trampa de la naturaleza para perpetuar la especie" - pero yo no sé que voy a perpetuar aquí. Creo que conocí de golpe todas las cosas bonitas que te puede ofrecer la vida, y las perdí como quien pierde un par de monedas, como quien se gasta los últimos ahorros del mes en una tienda de ofertas. Creo que tuve los ojos más brillantes del puñetero mundo, y se me han ido desgastando debajo de mis lentes de contacto. Ya cambié de dígito, ya no fumo los mismos cigarrillos, con el tiempo han cambiado los recorridos de las micros, las mismas calles de antes no me llevan a los sitios de siempre, se ha perdido el norte a más de 700 millas mientras pongo rumbo a encontrar eso que se quedó grabado en las fotos, en las pelis de antaño, en las noches de verano.

Sigo pensando en perpetuar alguna cosa, en hacer angelitos de arena a la orilla del mar, a ver si se lleva un poco de lo que tengo y me lo guarda en sus bragas la marea, que si tuviera que morir tumbada en el mar, dejaría los ojos abiertos y recién ahí aprendería a nadar, con los brazos dormidos por el vaivén del mundo, sonriendo. Como si estuviera a punto de cerrar los ojos en una cama de agua. ¡Que me inventaría un harén de sirenas que lleven pintados tus ojos!, ¡Que tocaría el agua como si fuera un baño de espumas!, ¡Que pondría rumbo al centro del universo para bailarle a tus besos!

¡Que va!, que los días van por ahí de sospechosos. Como si fueran los últimos, y con un saco a cuestas de horas que quedan por vivir. Y me pregunto cómo sería si hoy fuera mi último día en el resto de la vida. Entonces me entra el pánico de no haber dicho lo suficiente, de no haber entregado lo suficiente, de no haberte amado más, de no haber cogido un taxi directo a tu puerta en vez de haber bebido tanto. 

¡Que el amor es una trampa!, un discurso bien montado. Un cuerpo bonito, una voz sexy, una herida profunda, una pena ausente, un recuerdo que no se va, que te sigue por la noches y se mete hasta en tus sueños. El amor es una pesadilla que se camufla entre las flores y te planta cara cuando las flores se marchitan, cuando se te caen hasta las lágrimas viendo los culebrones de la tarde, cuando te faltan horas para pensar en ella, cuando se te cae el mundo a pedazos al despertar y sentir el espacio vacío en su lado de la cama.








About you.. .

Posted: viernes, 5 de julio de 2013 by Underfunded . - in
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Hay cigarrillos tristes y el que me acabo de fumar, el último, el último de muchas cosas que no van a suceder nunca más, he estado pensando en esa absurda y dolorosa fragilidad de las cosas, en esos momentos que pasan un día, desapercibidos, y que uno se dedica a extrañar tanto al rato, esos besos tan ajenos después de que el tiempo arrasa contra ellos, como un gran tsunami de emociones que lo inunda todo con su frialdad, como esa gran tormenta eléctrica de caricias que se encuentran a tanta distancia ésta noche. La insoportable levedad del ser, que parece absorber las cosas como un agujero negro que las transporta a otra dimensión, a la dimensión de las palabras que parece que lo solucionan todo, pero que de nada sirven, porque NO, las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia. Y es tan cierto que las heridas están plasmadas como grandes cicatrices para recordarnos siempre que de vez en vez volverán a doler como la primera vez. Hoy la noche tiembla como un breve grito en mitad de la nada, Se desnuda para hacer el amor como loca con la soledad, se pierde en mitad de la bruma que llora sobre un cajón humedecido por el olvido, en un cementerio de reproches que llegan a mi almohada cada vez con mayor frecuencia, se dilata en mis pupilas como una droga barata que paraliza las sombras y los nombres de aquél imperio de amores que carecen de sentido. Hoy el amor esta echado, como la suerte que poco acompaña, como la champagne derramada en el rostro de un muerto que late desesperado en mi garganta. 

La melancolía de vivir no ha conseguido trabajar en ninguna parte, y se vino a hospedar entre las cuatro paredes de mi cuarto, tiene tu nombre y el mio pegados en la frente, como un mal sueño pegado en los párpados, como una pesadilla que se sienta a contarte tristes historias de amor que no van a dar a ninguna parte. El agotador humo del cigarrillo permanece moribundo en el cenicero nuevo que tengo sobre la mesa. No quiere morir, como yo no quiero que mueran estas oportunidades de reaccionar a tiempo, no a destiempo, como suele suceder.

Nunca he llorado más de cinco minutos, nunca el tabaco a durado toda una vida, nunca los recuerdos han permanecido intactos, nada se destruye, todo se transforma, como te vas transformando tu en los cimientos de lo que llevo dentro como un corazón delator que ya perdió su importancia. Quisiera poder decir que se trata de un día más, de una noche más en ésta fría ciudad con su extraña calma, pero no, hoy la casa huele a cenizas frescas, a sudor nervioso, a un mal baño de tina de espuma asesina que impregna todo de ti, como lo hacen los ojos imprevistos, las gentes que vienen a dar a mi puerta buscando explicaciones, como lo hacen las horas que avanzan y que se repiten envueltas en el pijama que usaré mañana, en el maquillaje que usaré mañana, en los lentes de sol que usaré mañana para cubrirme de ti y cuidarme de mi. Quisiera llorar más de cinco minutos, quisiera amarte toda una vida, quisiera jugar con el tiempo y tenderle una trampa, una que lo deje ciego, una que lo deje mudo, una que lo vuelva cuerdo para que entienda que el destino no tiene por qué existir aún, no hoy, no ésta noche que avanza como las ratas hambrientas que buscan comida. Hoy me llamo tristeza, me llamo nostalgia, me llamo como quieras llamarme para que sonrías un rato, un micro segundo en el que pueda regalarte toda una vida, una vida nueva que comience en la esquina de toda la fortuna perdida que hemos pateado al lado del camino, donde las colillas de los cigarrillos hacen fogata con sus cuerpos para contarnos lo que pasó después de que el amor se hizo del luto su mejor prenda, después de que los trenes descarrilaron en la avenida de las cosas imposibles, después de que se cansó de girar el mundo y decidimos bajarnos para comprar más cerveza y emborracharnos hasta morir en el fondo de una botella perdida en el mar de un mal cuento.

Mal viaje.. .

Posted: martes, 21 de mayo de 2013 by Underfunded . - in
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Aquí huele a resaca todas las noches, pienso que el sol se ha ido a joder lejos de éste cuarto,pero me abruma pensar que puede tratarse del invierno. Mi colección de lentes de sol parece inútil en la pared del fondo, y es sofocante como pueden llegar a irritarte los cuadros que están colgando.. . parece que disvareo, pero no le encuentro explicación a la extraña oscuridad de ésta noche. Entre los escombros de mi cuarto tengo borrosas pistas de lo que ha sucedido en mi vida los últimos cinco años, los zapatos están gastados, pero lucen mejor que las vitrinas ostentosas y miserables que prometen un camino mejor hacia ninguna parte, esos tacos rotos que parece que fueran al compás de los días de mierda, como si se burlaran de ti cuando vas corriendo bajo la lluvia. Un peligro inminente.. .

No sé, desperté en un colchón de espuma hoy, estaba dormida cerca de otras gentes, el humo del tabaco salía de sus bocas como un suspiro encerrado en el sueño colectivo que todos ellos tenían. No era un carrete o algo así, era lo de siempre, nada más. Saque un papelillo para enrolar marihuana, se supone que me haría sobrevivir a esa soledad incómoda del "otro día", el despertar de una conciencia en coma. Inercia - esa es la palabra de siempre - y allí se respiraba la inercia a kilómetros de distancia. Mantuve el humo dentro, sin esfuerzo alguno mientras ponía algo de música, sentía como se dilataban lentamente mis pupilas y se me ponían vidriosos los ojos por culpa del frío, la boca seca e insaciable solo podía ser satisfecha con una de las latas de cerveza que había en la mesa. Empezaba un nuevo día, supongo, o habrá sido el mismo - vaya uno a saber - todos seguían durmiendo, especulé que era temprano, pero ya no usaba reloj y no se trataba de algo realmente importante, ¡que va!, pasaban micros, había gente fuera, podía escuchar los estúpidos tacones acelerando, la suela de los toscos zapatos varoniles pasando desapercibida por las aceras invadidas de miradas misteriosas. Podía sentirlo todo, no por la droga, ¿qué era eso, sino otra mentira?.. . una mentira piadosa, quizá, un disfraz para la fiesta de siempre, una máscara en la que dejar las profundas consecuencias de estar vivos, algo aburrido de llevar a veces, algo prestado, algo viejo, algo nuevo, algo azul... como dicen las canciones de Elvis, algo azul, sobretodo, una vida en azul como un pequeño iceberg chocando contra todo, siendo su propia lágrima afilada cayendo sobre los techos de otros - pierdo el hilo - no tengo un tema ni un motivo,solo recuerdo: sé que estuve allí muchas veces, quizá anoche fue la última, pero sé que las máscaras nunca fueron suficientes, y el silencio siempre fue tan abrumador como la nostalgia que palpita en la garganta, no sé si estaba sentada, no recuerdo muy bien como es que se llenó todo tan rápido de gente, otra vez, ya nadie dormía, ya no había gente corriendo al trabajo, solo estaba la lluvia, esa lluvia que llega de tantas partes a golpearte la ventana, a mojarte el cabello, a romperte la piel para invadirte el alma... estaba justo debajo de cada gota, y podía sentir como la electricidad me mareaba el cuerpo con sus toques divinos y sensibles, hubo allí, precisamente, en esa lluvia, un otro, una interacción profunda e íntima en la historia breve de cada gota, hubo amor, hubo tristeza, hubo sexo, hubo calma, hubo muchos cigarrillos que compartimos mientras me hacía sentir desnuda y volátil, desnuda y fuera de órbita.Pero el miedo es más fuerte, y los nudos son pequeñas trampas que no dejan volar la ansiedad...quise llorar y seguramente lo hice, llorar como solo se puede llorar cuando no se es consciente de ello, llorar como si de mis propios ojos naciera una tormenta eléctrizante, un apagón, un genocidio momentáneo, un respiro, un trance apocalítico y neutralizante, un estado de tortura pleno, interno.. . una catarsis holocaustica, si es que existe esa palabra.


Recuerdo eso del corte de luz. 


Esperé un auto junto a unas palomas friolentas que no podían volar, ellas no subieron lógicamente, yo sí, un auto que me llevara muy lejos, y caminé bajo la lluvia hasta un bar de mala muerte, entre junto a otras personas, pero el efecto del ácido era absorbente, no recuerdo haber estado allí, a pesar de que bailamos un par de canciones. En el limbo había fiesta, estuve atrapada en una dimensión de mi que hoy me busca permanentemente, en la sombra de una epifanía absurda, en un estudio de cine verde que parecía tragarme a gritos entre los gritos de todos. Reí como nunca, tantas, tantas veces que ya no fue necesario buscar la felicidad constantemente, simplemente estuvo allí, y volvía a ratos, como las cosas que se te quedan en la cabeza, esas personas, esos momentos que nunca son tuyos, los que siempre se van y sin que los llames siempre regresan.

Estuve en mi habitación por horas intentando descifrar éstas pistas sobre mi vida. Habían mujeres durmiendo en los rincones de mi cuarto, y hombres tendidos en el sofá, el baño era el fiel fracaso del arquitecto que montó el show del tiempo, ahí estaba encapsulado lo prohibido, y nunca tantos rostros fueron a dar a un excusado para largarse, nunca tanto amor pudo rebalsar las cañerías, nunca tanto miedo pudo ser pintado en las paredes, nunca tanta pasión había humedecido los cimientos de todo lo que estaba condenado a irse abajo.

Puse discos de Chuck Berry para que el sabor del ambiente se sacudiera los excesos, pero había mucha radiación en el aire, y todo parecía un manicomio de trampas. 


Pienso que ha sido intenso volar por estos tiempos, he pasado años viajando en trenes que se descarrilan, pero nunca he muerto, me gusta mirar por la ventana y ver como todo se queda atrás tan rápido y me asfixia ver como éste puto mundo redondo solo esta destinado a repetirse, ya decía Nietzsche que era eterno el retorno, y fue el demonio revelador de miserias quien hizo evidente las horas del viaje, yo no estoy preocupada de lo que va a pasar o de cuantas veces vaya uno a tener que vivirlo, no estoy preocupada de nada en realidad - es curioso - llevo un par de razones encima para no pegarme un tiro; Como dijo Manu, hay muchos cabrones que aguantar, y varios rincones donde dormir, y éste andén de calles podridas sigue siendo una selva de histeria que avanza como una puta máquina a vapor de personajes enfermos que miran por sus ventanas, que fuman cigarrillos corrientes para palear los días, que buscan en el horizonte otra mirada perdida que se les parezca, con el fin de tener una última estación en su viaje, como dijo Manu: Estación Esperanza*





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Something borrowed Something blue.. .




ya volarán las máquinas para engañarnos, se pasearán como pájaros por el cielo nublado dibujando con su artificio de colores los atardeceres que veremos antes de morir, ya volarán las máquinas para recordarnos que somos un breve pestañeo perdido en el ojo tornasol del firmamento, ya cruzarán por las calles, las siluetas desveidas de toda una vida, el sabor de la rutina que nace al borde de los relojes embusteros, del estridente vaivén del péndulo de mis recuerdos esbozando una sonrisa diluida en el café del medio día, y volverán los cuentos de dinosaurios, el miedo a la peste negra, los magos y las brujas, los cuentos de hadas que brillaban en invierno bajo la almohada.

ya volarán las máquinas para engañarnos, para coronarnos con el impacto de la ciudad hecha bruma en la chaqueta, y nos dirán como las nubes también fantasean con ser autos, y moverse por los recovecos de bares y de putas sin pelos en la lengua.

Ya volaremos en las máquinas para engañarnos, y pensaremos que somos parte del cielo mientras éste expira al final de la galaxia como una estrella nauseabunda vomita atardeceres en la distancia, y seremos orión follando en el trópico de cáncer, y a la altura de la osa mayor compraremos cigarrillos en la esquina de la cruz del sur cruzando los dedos, esperando que los asteroides no vengan a barrer el cielo, ni nos dejen borrachos sin alas de acero.. .


Something New.. .











Ridiculous Thoughts.. .

Posted: jueves, 25 de abril de 2013 by Underfunded . - in
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Antes,los pájaros buscaban la luna a toda hora.. .



La última vez que caminé por la calle escuchando música, no sentí nada, parecía que allí, en mis oídos, había un mundo de cosas que me negaba a escuchar, se me ocurrió que así se sentiría caminar sobre glaciares en el fin del mundo, escuchar una tormenta a la intemperie de la multitud, sentarse bajo la lluvia en el trópico de cáncer leyendo el horóscopo un día domingo. 


Que hostil éste sentimiento, piensas en un buen momento y estiras tu mano para alcanzarlo, creer que lo tocas, pero no estás sintiendo nada entre los dedos, se desliza, en cambio, por tus manos, la figura retenida de la felicidad diluída en el tiempo, y nunca es suficiente caminar por allí escuchando canciones, viajando en pequeñas máquinas que a las 6 de la mañana congelan por un instante el tiempo, y te bajas y te metes al subterráneo y te sientes abrazado por desconocidos que te observan como si fueras un puzzle descifrable, y se te hace imposible esconder la saliva que te tragas detrás de la sonrisa forzada, y agachas la cabeza para buscar en el suelo pisoteado por extraños una salida de emergencia que te lleve de vuelta a casa, al lugar del que nunca debiste haber salido "hoy", "ayer" "mañana", ¡que va! 



Estoy imaginando llevarme lejos,suspender mi respiración a un costado del andén y quedarme mirando como pasan los trenes, dejar que corra el tiempo dilatándose entre los carriles, que me salude y se detenga, que se lo lleve el invierno en una de sus tormentas, que se beba un café o dos con los pedazos maquieavélicos de mi locura ordinaria y me haga el amor dos veces, para olvidar que me han tocado antes y entender mientras enciendo un cigarrillo, que somos un simple parpadeo y vinimos para correr sobre los trenes y romper los vidrios de la luna antes de patear la vida contra el suelo como si no tuviéramos lágrimas y explotar con mordiscos las carcajadas como si nos quitara el hambre sonreír y finalmente amar y huir, amar y huir, porque toda la vida pareciera tratarse de eso. 


Ridículos pensamientos, hoy los pájaros se han quedado quietos envueltos en el tornado de sus cantos muertos, hoy los pájaros alumbran con la mirada la sombra de los árboles trotamundos que recorren el horizonte con sus ramas, ridículos pensamientos, ¿que pasará mañana?  

Shiver (8)

Posted: domingo, 7 de abril de 2013 by Underfunded . - in
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No estoy muy segura de lo que está sucediendo, a los pies de mi cama duerme un gato blanco y entre mis sábanas un luna muerta con el cabello rizado. No sé si estoy preparada para sentir por tanto tiempo éste escalofríos, ¡que va!, es una agridulce sensación que te sube por el cuello, no te asfixia, te mantiene temblando hasta que cierras los ojos, te deja torpes las manos buscando a hurtadillas los cigarros, te muerde los labios como una puta asustada, y luego te besa como, solo saben besar la nostalgia y la muerte, dos palabras que hoy se traducen en ti.

Nunca había vivido una despedida tan larga, ni un comienzo tan difuso, quizá Nietzsche tenía razón,eres la razón de mi eterno retorno, pero no sirvo para ésta melancólica repetición.. .


Extraño.. .

Posted: domingo, 17 de febrero de 2013 by Underfunded . - in
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Puede que nos encontremos desvariando en alguna de mis páginas en blanco, que estemos allí, armando el fuego que nos quemará para siempre juntos, calcinando la costumbre de perderlo todo, de dilatarnos, augurando con besos fortuitos un final suspendido en la garganta. ¿te acuerdas?, una vez anduvimos en otra galaxia, corriendo por las rimas de viejos poetas, durmiendo en la tinta de Shakespeare dejando que el amor fuera escrito con nuestro sexo. ¿te acuerdas?, bebíamos del aire, del aire veníamos, surcando el vaivén de olas que conspiraba contra el mundo - lo sé - de otros tiempos, te hablo de otros tiempos, a la hora en que venían las nubes a servirte el desayuno, en la época en que tu nombre se escribía con sangre a un costado de la escalera que daba al nirvana de tu encanto. ¿te acuerdas?, ¿o será que me he olvidado yo de aquellos cuentos de juglares auténticos? - no lo sé - pero a veces la tarde huele a ti, sabe a ti, luce como tú, pálida, sumida en el éxtasis de un orgasmo universal que a diario se debe a su público - es confuso - masticar la punta de éstos nuevos medios que tengo para tirar letras al papel, degustar el plástico que pronto será cómplice de todas las veces que has muerto para mi, de todas las veces que te he devuelto la vida en la siguiente página - haré una pausa, ¿te acuerdas? -  como las pausas que hacía para prender un cigarrillo, como las pausas que hace el silencio para acomodarse en nuestras lenguas buscando el momento indicado de escupir su catarsis - haré una pausa - y ésta vez será un suspiro, un breve pestañeo que parezca convincente, una reflexión que vendrá de las paredes a quedarse, luego de haber rebotado tantos, tantos días, por tantas, tantas otras paredes. 

Es extraño eso de extrañar, pienso que si realmente se pudiera definir con palabras, tendríamos que buscar una palabra parecida a la tristeza, tan lánguida como la nostalgia, deprimente como la melancolía, ausente y absurda, demente y difunta, que traiga colgando un luto invisible, que no tarde en estallar en llanto, que olvide y recuerde y se deje llevar por ese sublime silencio de sombras que abrazan por la noche, tendríamos que mojarnos los labios después de tocar un glaciar perdido al sur del infinito, y aún así seguir esperando que algo nos quite la sed, - es extraño, definitivamente - definir lo que he sentido desde que comencé a extrañarte, y más aún desde que intento definirte a ti, en mi.

¿te acuerdas?, porque a veces yo no. A veces parece que todos los días estuvieran dormidos en un otoño de vagos momentos, en un puente que no se atreve a soltarse, en un mar flácido a punto de evaporar su encanto, - sí, a veces - cuando camino que se yo por que caminos siguiendo el rastro de colillas de otro como yo, que va en busca de otra como tú.. . alguien que ya no existe.

¿te acuerdas?.. . cuando te tragaban las canciones para inspirarse en ti, cuando el cenicero me contaba como era que apagabas los cigarrillos, como era que apagabas las luces para dormir, como era que apagabas tus ojos, ¡como era que lo apagabas todo!, y así, con esa forma tan tuya de escribir los finales, me fuiste escribiendo de a poco a mi, con la irónica sonrisa de la musa que se apodera del relato, que se adueña del poeta, que se inspira en su más íntima fibra para dejarlo morir sobre los puntos suspensivos de la duda que la embarga, en la saliva que traga temblando al no saber como olvidarse del cadáver, como dejar de encerrar un muerto en la tormenta que ahora son sus ojos, en el desastre de colores que hoy tiene por corazón.

Puede que nos encontremos desvariando en alguna de mis páginas en blanco, tu en silencio yo fumando, dejando que algo pase, algo, que importa qué, contando los minutos para que decida el cigarrillo si aún quiere quemarnos, juntos, calcinando la costumbre de perderlo todo.

y ya.. .

Posted: sábado, 9 de febrero de 2013 by Underfunded . - in
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Sobrepasada por el detalle de ser detallista, me sorprendo sentada con la víspera de tantas muertes anunciadas arrugadas en el bolsillo, con la hoja en blanco, virgen, que no sabe ser llenada, con los oídos irritados por el viento que sopla suave en éste inoportuno día otoñal que me ha seguido después de la frontera de sus cuatro paredes.

Me siento en el trance de una melodía desgraciada, melancólica, apasionada, bailando.. . bailando en cada una de las teclas de un piano deprimido que no sabe como tocarlo todo, que no sabe como sucumbir  bajo mi debilitada sombra escurridiza.

Hemos tenido tanto y tanto hemos desperdiciado, que la luna sigue mirándonos con la misma cara de siempre, como un gato aullando desde un tejado lejano, agobiado por la soledad que late en el universo que hemos construido para vivir de ésto que supone un nombre olvidado, una espesa neblina que lo cubre todo con el frío de los besos ausentes.

Estamos aquí, como si ya hubiésemos estado antes, como si nos conociéramos de otras vidas que duraron lo que dura el viaje de una bala en la mira de un francotirador, estamos aquí errantes a los pies de un horizonte perplejo, de un plan mal pensado, a la merced de las consecuencias que implican 'estar', y quedarse suspendidos en el aire en mitad de la tormenta, viviendo en la oscuridad de una rayo que sigue golpeando los mismos rostros cansados. Hemos decidido quedarnos mientras hacemos las maletas a diario, como dos nómadas enamorados de lo incierto y lo desconocido, aquello que algún día se dibujo en la palma de nuestras manos como un futuro, una añoranza, un destello de felicidad en la garganta de la misma palabra. Estamos sin saber a dónde vamos, caminamos con los pies pegados a la tierra, no vaya ser que se nos olvide seguir andando, pero no llevamos comida, no llevamos cigarros, no llevamos canciones.. . no nos llevamos, por el miedo que camuflan los ojos que se han quedado ciegos y las manos que ya no se encuentran con la dulzura de lo inexplicable, hemos andado tanto, pero seguimos retrocediendo, como en un mal cuento de hadas, como en una película re contada, como en un templo de oraciones mezcladas que no son escuchadas, como dos tontos samaritanos que piensan en que lo mejor es hacer 'lo mejor', sin conocer el significado de esa palabra, dormidos, en la intensidad de no saber dejarse, en la inconsecuencia de andarse buscando tomados de la mano.

Sin nombre n°1

Posted: lunes, 7 de enero de 2013 by Underfunded . - in
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He ido buscando un sueño
al borde de todos los caminos de éste laberinto
y aún no encuentro nada,
ni pistas de alguna dirección errónea 
que permita el movimiento de éstos escombros
que llevo por casa en la cabeza,
refugio insano para ésta mente
mentalizada en perderse en la ciudad de los intentos.

He ido barriendo el tiempo deprimido en las vías del tren,
esperando que llegue la estación antes que el último vagón,
con la respuesta para anestesiar
lo que fui contigo, 
y que no vuelvas con la primavera.

He ido cazando sueños que no se parecen a los mios
probando suerte, durmiendo bajo cualquier puente
cenando espera, bebiendo espera, follando esperas
que no me esperan en ninguna parte.

Estoy lúcida,
derrochando miradas al horizonte, 
buscando lo que va quedando 
de vos,
lo que va quedando 
de mi,
escondido trás una lluvia refinada
que moja, precisamente,
las cosas que quiero ver difusas
a través de mis lentes.

Estaba lúcida,
antes de ti,
demasiado lúcida para no darte las gracias,
esperaba lo que ahora me sobra,
la locura,
de saber que el humo de todos mis cigarrillos
sigue al viento,
y que el viento que emana de éste lado del camino
te sigue a vos,
que seguís al universo.




Caída libre.. .

Posted: miércoles, 2 de enero de 2013 by Underfunded . - in
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La vida no es como en las putas películas, no existen los finales felices, la única forma de que realmente se acabe algo es dejando de existir, pero no puedo sentarme a esperar a que la muerte se paseé por mi esquina, no puedo, no sabría la cantidad exacta de cigarrillos que debiera llevar en los bolsillos, no sabría si dormir o aprovechar la noche, no sabría si hablar o no de aquello que se ha quedado mudo, encerrado, como un loco autocensurado en el manicomio de lo inevitable, porque allí es donde la locura se vuelve loca, enclaustrada en la rendija de una ventana indiscreta, en la alcantarilla de un corazón estancado que ha dejado de drenar sangre para comenzar a drenarte a ti...

y escribir, ¿de qué sirve escribir?, escribir ésto que dejará de existir cuando me estén comiendo los gusanos, o quizás antes, cuando simplemente una casualidad quiera que desaparezca, antes de que algún pasajero de mis andenes oxidados logre aliviar su viaje o hacerlo más largo perdido entre éstas líneas que no llevan a ninguna parte.

Te veo, a veces, te veo por ahí entre tantas otras que se cruzan, te veo difusa o revuelta, en el vaho de la madrugada que me despierta con la melancolía en el rostro, te veo, porque se me antoja tenerte cerca, porque quisiera inventar tu silueta en el humo de la mayoría de mis cigarrillos nocturnos, pero he dejado de fumar, y eso de la ansiedad ya pasó de moda, es por eso que debo buscar otras formas para evitarte, para tragarme esta inconsecuencia y dejar ya de masticarla, para dejar de llevarte en la garganta, en los zapatos, en la espalda. Te veo a veces, te sueño a veces, te espero sin esperarte nunca, te siento con la actitud entrenada que ya no se dedica a sentirte, pero vuelves, vuelves a donde no se te ha llamado nunca, sin ánimos de volver, vuelves como el boomerang que lanzaba en la infancia, pero dueles más que una mala atrapada, más que una herida invisible, más que una película gringa triste, más, porque para todo lo demás existe el olvido, pero tu no conoces las raíces de esa palabra, y te mantienes viva recorriendo los distintos parajes de la fibra que me envuelve, y te quedas acampando en los alrededores de lo prohibido,luciendo tu desnudo encanto en las zonas que ya no son aptas para vos, y no sé si te darás cuenta, no sé si éste sentimiento desintegrado e insensato tendrá todavía las mismas alas, no sé si se pasea por el sol o las bate por la noche cerca de tu ventana, no sé, ese es el problema, creo que ésto que vive en mi ya no tiene rumbo, carece de cordura, levita en medio de la nada como lo hacen las cosas que ya no importan, y se ha independizado de mi como yo me he ido a vivir a otros cuerpos, pero tu te pareces a esas películas de terror con fantasmas sin vida que se mudan de pueblo en pueblo, sos como las esporas que se impregnan causando alergias sin previo aviso, te mantienes vigente al borde del camino, donde mueren las colillas atrapadas en las ruedas de los autos, esos que se encargan de que todo se mantenga en movimiento en mitad de la noche, te has echo del arte de quedarte, sin que esa, precisamente, sea tu mejor arte, y yo, que ya he dejado de pasar por tus veredas, que ya he dejado de buscarte en la eternidad fugaz de las estrellas, que ya entendí que el tiempo no se encarga de curar nada; sigo caminando, sigo escribiendo, sigo comprando cigarrillos, sigo soñando,y sigo intentando echar raíces,perdiéndote el rastro por ahí, sin dejar de avanzar nunca, 

de andenes y re locos .. .

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Mi sombra se desliza en cámara lenta,
va primero que yo,
recogiendo las esquinas que me han estado siguiendo
y que he visto como fantasmas 
en medio del camino.

De pronto me deslizo yo,
como se desliza un cigarrillo en coma refugiándose en los labios,
dormido, esperando a morir,
soñando con otros mundos cercanos a éste,
como tu puerta, su ventana, el paradero de mi micro,
alguna noche de farra.

Me muevo por el andén de todos los cambios,
sacándome la ropa,
a penas llevo el orden aleatorio de la banda sonora
de las estaciones que me visten hoy,
y que me desvisten siempre.
Llevo la lluvia en los ojos,
diciembre en la garganta,
el otoño camuflado en las pálidas mejillas
y la primavera en la billetera
esperando a ser robada.

Atrás quedarán todos esos caminos que llevan a Roma,
los muertos que encierra la ciudad
a eso de las 3 de la mañana.
No habrá más pisos suicidas
ni piscinas con sirenas borrachas,
ya no.

Se quedarán, espero, 
las luces que me hablan a lo lejos, incesantes,
esperando que se yo, que alguna casualidad
me haga correr a tientas por la noche
siguiéndolas, cual estrella, fugaces por mi firmamento.
Mi etílico firmamento de noches vagabundas
que se disuelven en el vino de alguien,
en el departamento de al frente,
mientras desde la terraza voyerista me deleito,
con la sonrisa de esos otros 
que si supieron abandonarse,
que aún después de soltarse
siguen unidos.
Como el grito nocturno de los pájaros inmortales
viene a dar hasta mi puerta,
para quedarse y hacer el amor con la angustia
de sentirse demasiado vivo,
de sentirse demasiado muerto.

Mi sombra se desliza en cámara lenta,
y luego me deslizo yo,
como una estampida de todos los "yo" que he conocido,
como una terapia grupal perdida en el manicomio que llevo en la mochila,
me muevo, reitero, por el andén excéntrico de todos los cambios,
con una serpiente enredada en el cuello,
con el susurro de la muerte silbando a lo lejos,
con los dientes apretados mordiendo mis debilidades,
y con el corazón en los oídos, 
delatandome,