Extraño.. .

Posted: domingo, 17 de febrero de 2013 by Underfunded . - in
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Puede que nos encontremos desvariando en alguna de mis páginas en blanco, que estemos allí, armando el fuego que nos quemará para siempre juntos, calcinando la costumbre de perderlo todo, de dilatarnos, augurando con besos fortuitos un final suspendido en la garganta. ¿te acuerdas?, una vez anduvimos en otra galaxia, corriendo por las rimas de viejos poetas, durmiendo en la tinta de Shakespeare dejando que el amor fuera escrito con nuestro sexo. ¿te acuerdas?, bebíamos del aire, del aire veníamos, surcando el vaivén de olas que conspiraba contra el mundo - lo sé - de otros tiempos, te hablo de otros tiempos, a la hora en que venían las nubes a servirte el desayuno, en la época en que tu nombre se escribía con sangre a un costado de la escalera que daba al nirvana de tu encanto. ¿te acuerdas?, ¿o será que me he olvidado yo de aquellos cuentos de juglares auténticos? - no lo sé - pero a veces la tarde huele a ti, sabe a ti, luce como tú, pálida, sumida en el éxtasis de un orgasmo universal que a diario se debe a su público - es confuso - masticar la punta de éstos nuevos medios que tengo para tirar letras al papel, degustar el plástico que pronto será cómplice de todas las veces que has muerto para mi, de todas las veces que te he devuelto la vida en la siguiente página - haré una pausa, ¿te acuerdas? -  como las pausas que hacía para prender un cigarrillo, como las pausas que hace el silencio para acomodarse en nuestras lenguas buscando el momento indicado de escupir su catarsis - haré una pausa - y ésta vez será un suspiro, un breve pestañeo que parezca convincente, una reflexión que vendrá de las paredes a quedarse, luego de haber rebotado tantos, tantos días, por tantas, tantas otras paredes. 

Es extraño eso de extrañar, pienso que si realmente se pudiera definir con palabras, tendríamos que buscar una palabra parecida a la tristeza, tan lánguida como la nostalgia, deprimente como la melancolía, ausente y absurda, demente y difunta, que traiga colgando un luto invisible, que no tarde en estallar en llanto, que olvide y recuerde y se deje llevar por ese sublime silencio de sombras que abrazan por la noche, tendríamos que mojarnos los labios después de tocar un glaciar perdido al sur del infinito, y aún así seguir esperando que algo nos quite la sed, - es extraño, definitivamente - definir lo que he sentido desde que comencé a extrañarte, y más aún desde que intento definirte a ti, en mi.

¿te acuerdas?, porque a veces yo no. A veces parece que todos los días estuvieran dormidos en un otoño de vagos momentos, en un puente que no se atreve a soltarse, en un mar flácido a punto de evaporar su encanto, - sí, a veces - cuando camino que se yo por que caminos siguiendo el rastro de colillas de otro como yo, que va en busca de otra como tú.. . alguien que ya no existe.

¿te acuerdas?.. . cuando te tragaban las canciones para inspirarse en ti, cuando el cenicero me contaba como era que apagabas los cigarrillos, como era que apagabas las luces para dormir, como era que apagabas tus ojos, ¡como era que lo apagabas todo!, y así, con esa forma tan tuya de escribir los finales, me fuiste escribiendo de a poco a mi, con la irónica sonrisa de la musa que se apodera del relato, que se adueña del poeta, que se inspira en su más íntima fibra para dejarlo morir sobre los puntos suspensivos de la duda que la embarga, en la saliva que traga temblando al no saber como olvidarse del cadáver, como dejar de encerrar un muerto en la tormenta que ahora son sus ojos, en el desastre de colores que hoy tiene por corazón.

Puede que nos encontremos desvariando en alguna de mis páginas en blanco, tu en silencio yo fumando, dejando que algo pase, algo, que importa qué, contando los minutos para que decida el cigarrillo si aún quiere quemarnos, juntos, calcinando la costumbre de perderlo todo.

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