Insomnia .. .

Posted: viernes, 30 de noviembre de 2012 by Underfunded . - in
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Tengo que unir de alguna forma estas ideas que me están volviendo loca, no quiero escribir, quiero servirme la imaginación como un café expresso, como una sopa para uno, como una estúpida pasta en 3 minutos que salga del humo que guardan mis pulmones y sean gritadas en la cara de todos los pasajeros que habitan los vagones de este desperfecto.

La imagen es un pretexto para rayar el mundo, un pretexto para morderse los labios, una excusa para suicidarse de improviso con los finales en la garganta, la imagen, el movimiento de todo el inconsciente a domicilio, sin recargo más que la angustia, lo único cierto, eso que no se manipula, pero sí se evoca. 

Estoy aquí, escribiendo desde el lado oscuro de mi ser, o tal vez escriba desde el mismo lugar de siempre, desde los ojos, o desde la punta de la lengua donde escondo los sabores que me recuerdan que han pasado cosas, que el camino jamás se ha detenido - y sigo aquí - escribiendo desde la indecencia de ésta lágrima invisible que caer por mi mejilla insomniosa (si es que existe esa palabra), lo importante es que cae, imperceptible, amarrada en su propio llanto, nacida de otras vidas, traída como extra en este inútil momento en el que no lograré cambiar nada - pero sigo aquí - escuchando el ruido de los aviones que pasan por sobre mi cabeza, cerrando los ojos y siguiendo su vuelo, añorando estar sentada en el ala de alguno que lleve por rumbo el misterio, el éxtasis de poder verlo todo con austera distancia, con la moral infame y pervertida que quiere tenerlo todo, tocarlo, hacerlo suyo sin pensarlo.




Prosigo.. .

¿dónde estoy?, estoy escribiendo sentada aquí, en mi cama, una cama que bien podría no existir al cerrar los ojos, unos ojos que bien podrían desaparecer al dejar de pensarlos, un pensamiento que bien podría disolverse al quedarme dormida, al entrar en un sueño que bien podría ser la realidad en la que me encuentro en este momento, mi sueño, el sueño de otro, ¡que va!, lo bueno al caso sería despertar, despertar desnuda en una hoja de otoño, volar por la corriente de aire que salpica la música mientras el amor es hecho en ella, volar con los brazos abiertos agudizando el oído, no detenerse hasta ser una partícula del aire disuelto en la más absoluta nada, dejar el cuerpo, dejar también a cada uno de mis muertos: desprenderse, perder la conciencia, dejar que el olfato haga sus maletas y ya no se enamore del aroma adictivo del anhelo de tenerte, dejar que las manos ya no piensen, ya no toquen otros cuerpos, ya no corran por la tierra.... 

El deseo.

Nada es tan real como el deseo, y nada es tan potente como el deseo realizado 'en/por' otros. Nada es más peligroso que la distancia invisible que divide al deseo de lo humanamente correcto.

Estoy deseando.
drogarme por última vez, hacer el amor por última vez, escuchar mi canción favorita, romper el televisor como si estuviera rompiendo el odio que encierra el mundo, como si estuviera violando al morbo y pudiera escribir con la sangre de los caídos un fin que comenzará de nuevo, una historia repetida a la que pueda agregarle un estúpido soundtrack, una miseria estructurada con pinceles que se traguen la realidad para colgarla en tu cuarto.

DESEO.

inyectarme tus ojos, morderle el corazón a la chica que veo todos los días sentada en la ventana, iniciar un viaje, una huida, revolcarme en el ácido electrificante de mis pupilas dilatadas y desear inmersa en el deseo de otro, y bañarme en el lado B de un caleidoscopio importado del espacio, y caerme a la mitad del camino confundiendo los efectos de la droga con la insolación de un desierto afrodisíaco.

¿Cómo se hace?

Si hay todo un mundo detrás de las cosas, un insoportable mundo que me grita desde abajo con su  voz famélica,.

Estoy deseando,
desde un lugar en donde las sombras tienen sombra y los muertos todavía fuman, porque los gusanos no existen para devorarlos.

Estoy escribiendo desde el vacío más lleno que conozco, desde mis preguntas y la falta de disciplina que me impide probar el rollo de las caretas.

Estoy deseando besarte, eso, en la lista de las cosas más simples.
Estoy deseando morir, como si esa muerte no existiera en ninguna parte.
Estoy deseando buscar en los extremos la respuesta para esta peste que me aqueja.





¿Cómo se hace?... . ¿Cómo se hace realidad un deseo que no existe?





Voy en este vuelo transoceánico, oyendo tus versos melancólicos (8)

Posted: martes, 27 de noviembre de 2012 by Underfunded . - in
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Me gusta Drexler, tiene la voz de las cosas que según Liniers, te pasan si estas vivo, pero me trae problemas su parafernálica música, su disonante melancolía que a momentos se hace insoportable, como si uno se estuviese fumando un cigarrillo bajo la lluvia en un silencioso día de invierno, al borde del final de una película   de amantes plásticos que mueren con el sol enfermo, besándose en una utópica realidad escrita por uno de los míos, un guionista, un pequeño dios de lo inexistente que de pronto cobra vida y causa estragos, y te apaga el cigarrillo y te abre los ojos: hey! es una jodida película, nada más.

como la teoría que me encanta, la del caos y la relatividad de Einstein, la música se camufla a momentos, subjetivos instantes en subjetivas partes del cuerpo, caóticamente creando un vórtice en el que se atrapan las cosas, "la insoportable levedad del ser", el deseo irrealizable atrapado en las garras de una moral hipócrita que mantiene el orden de mi desenfrenada realidad que a momentos se detiene y a momentos se estrella con la realidad de otros, follando con la interconectada tecnología del ser, del estar, de la máquina que todo lo comanda desde allí donde se únen los hilos de mis dientes y me hacen hablarte desde otros mundos, con otros idiomas, de paso por los cráteres del universo, por los ojos de los planetas, por la bestia que reina en los anillos de saturno, por la estrella borracha, por el bar de putas estelares que se abre para cada eclípse y se contagia con la enfermedad de todos los voyeristas ojos irritados.

Fantasear. El arte de fantasear me permite ciertas licencias, ciertos pensamientos, el poder de estancarme por ahí en alguna cama y morir de deseo con los ojos abiertos, soñar, subirme a la palabra "soñar" y  desde arriba empaparme de su fonética, de sus terminaciones, de su vagaje incansable por la lengua de todos aquellos que ya no duermen por la noche, por la lengua de todas las bocas que besan bocas invisibles y le hablan a las paredes de colores donde han encerrado lo inalcanzable, para sentarse y verlos, a sus muertos, para charlar a veces, para sentirse parte de algo que se ha quedado atrás, en alguna parte.

Me cuesta, desde acá, alcanzarme tan pronto, desarmarme la conciencia y vivir del ello, de las poluciones que me llevan a drogarme de palabras con alguna lámina invisible bajo la lengua, "mi nueva manga". Me cuesta aferrarme como antes a esas cosas que no dejan de moverse, al Vértigo de Hitchcock poniendo a sus personajes en el peligroso abismo del miedo, persiguiendo un algo, un alguien o un rumbo que se adentra lentamente en la piel como una falsa retroalimentación. 

Como esa vez volando por otros mundos, me siento demasiado despierta para dormir y  demasiado cansada para mantenerme despierta. Me agobia la escasez de oportunidades para este sentir inestable que me aqueja a veces por la noche, la volátil sensación de no estar  en la esencia de ninguna cosa,  esa necesidad de llorar, de reír, de amar y de olvidar al mismo tiempo, como si la vida se tratara de un segundo, y un segundo hiciera el intento de encerrar lo que no sucedió en toda una vida.

y que va.. . 



"sigo" en mi vuelo transocéanico, oyendo tus versos melancólicos, dejando que el sonido de tu voz te traiga así del modo más enérgico. Me regalaste tus somníferos, me diste tu oráculo sintético, extraño método de ahogar la sed, aquí, lejos de tus lágrimas.. . (8)

a veces, a veces, a veces.. .