Tengo frío ♪

Posted: viernes, 30 de octubre de 2009 by Underfunded . - in
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Escuchando las rolas que me hicieron ofrecerte un cigarrillo, me pregunté ¿oxidas como el vino en las venas? ¿te extingues en el aroma que le dejas al incienso en mi cuarto? ¿Sofocas con la debilidad del sol de invierno? ¿Te fundes con las ropas que ya me estorban cuando te extraño?

Y algo parecido al desconcierto o al amor en bruto se apoderó del mediodía, y pensé que de tantas nubes en el jodido cielo, alguna me seguiría. Para pensarte con la inercia del movimiento transversal por sobre mi cabeza, para esconderte en mis bolsillos entre un par de monedas y las cartas en las que te guardo, para inventarte entre los gases que camuflan al firmamento, y dibujarte el contorno de la sonrisa en mitad de la tarde, a poco va cayendo la verdad de los años luz que nos separan de la bóveda cósmica que estamos rentandole a la ansiedad de las pieles en ascuas, compañeras del sol que no se tapa, ni con uno ni con dos, ni con tres cuerpos; A excepción del tuyo mordisqueandome el instinto, asfixiando mis caderas. Con los ojos bien cerrados, o bien abiertos, que va ! porque el sentir se me hace intrínseco, y fuera de todo color la tonalidad de tus ojos se expande en mis pupilas, y no hay cielo que se le compare ni paraíso antes descrito, ni noche más intensa, ni infierno más incendiario, no encuentro primavera más florida, ni océano más navegable. No existe simplemente, sensación que me diferencie en un abrir y cerrar de ojos tus contornos extasiados, tus cabellos de madrugada, el andar por mis laderas retorcidas por la escarcha que te guardas en la lengua, porque sos invierno y sos desorden, porque tus tormentas me dejan eléctricos los labios, porque tus diluvios me llueven sobre mojado a medianoche. Cuando el sol se queda mudo y las estrellas se van de juerga.

Escuchando las rolas con las que te converso, se me llena el cenicero y se me cansan los párpados. No es que de llanto se llenen las copas ni se rompan de incertidumbres, es que la rigidez de la mirada advierte el siguiente movimiento: No tengo pasto en el jardín y ni luces de la prisa de las nubes. No me quedan licores ni colillas, ni melancolía a modo de salvavidas. No tengo el pensamiento prismático, ni la concepción de extrañarte bien puesta . Me quedas tú, en la inercia de mis ojos estancados buscando excusas. Me quedas tú en el área restringida que tengo dentro, allí donde el corazón hace experimentos para suplirse tus cuerdas flojas.

Escuchando.te en. las rolas para dormir contigo esta noche, se me van las horas... se me van las horas, se me van las ansias a golpearte la puerta, a escabullirse por entre las rejas de tu ventana, se me van las alas a medio parchar a ofrecerte un paseo, que nos lleve lejos, con un par de besos, que nos lleve donde el sol no calienta y el cuerpo se acompaña de otro semejante, que nos lleve sin maletas de nostalgias anteriores, sin los dientes apretados, sin el miedo de la mano, sin los dedos entrecruzados. Que nos lleven de paseo esas alas a medio parchar, con la sonrisa en el bolsillo, con el disimulo en la garganta, con las piernas agotadas, con la luna llena en las espaldas .


(L) *

- Sin titulo -

Posted: viernes, 16 de octubre de 2009 by Underfunded . - in
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Ha de ser el desconcierto, la falta de excesos, el ensueño mismo vertido sobre la mesa, rodando por los nudos de la madera, fatigando la alfombra roja encargada de camuflar el polvo de ojos dubitativos y lagrimosos, las manos que secó el viento de otoño mientras se esmeraban por mantener el equilibrio del cielo. Ha de ser como un cuento o una típica película de amores imposibles, por la culpa, la estupidés, el desamor o la cantidad alarmante de sueños que se guardan los amantes.

Si te fijas, ha de ser por el alcohol que envenena cuando los grados llevan tu nombre. supuse, en mis cientos de teorías, que sentirse así era una catástrofe que iniciaron los cigarrillos. 'Fumar' mis pulmones estan cansados de no sensibilizar con el alquitrán.

Puedes sentir, pero debes parar para masticar chicle. Puedes correr, pero el viento intrépido le tiene una jugarreta a los rumbos que te llevan a mis caderas. ¿Te has fijado en el contorno de mis ojos? En el exilio de mis pupilas se refleja el sentimiento, esas ganas de bailar, esta vez con la droga de tus silencios, con la luna desvestida, el cantar de los pájaros solitarios, el último de mis suspiros, el anhelo más inesperado, el único que recuerdo haber sentido, ese que al olvidarlo al rato también lo revivo, no importa cuantas veces duela, no importa cuantas veces, en la plenitud de mis noches me revuelva las ansias con la sonrisa arraigada en la garganta. No importa cuán jodido se torne el aliento al trepar por tu cuello para susurrarte un par de canciones que no me quiebren, seleccionadas para romper corazones en llanto y al rato amortiguar con nubes de nostalgias las rendidas lágrimas.



Ha de ser un poco de vida. un poco de locura. un poco de estupidés. de tanto en tanto una rosa con más espinas de la cuenta, un par de alas rotas cruzando el firmamento, como si lo imposible de pronto estuviera al alcance, y el cielo durmiera más abajo, y las nubes tuvieran consistencia para rebotar en ellas y no atravezarlas conciendo de frente el dolor de una caída. Como si las flores sonrieran en invierno sin los bordes escarchados, y el sol no quemara tanto el llanto.
Como si bastara solo un dedo para taparlo. . . -