'Para bien, para mal . . . . '
Posted: domingo, 28 de febrero de 2010 by Underfunded . - in
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Si pudiera predecir la salida del próximo tren con destino a otras pupilas excéntricas, si pudiera abastecerme de todos los recuerdos que me fuera posible recolectar en cuestión de minutos, tal vez segundos, si no fuera solo aparente, sino palpable la posibilidad de aguantar el peso del tiempo en la garganta, detràs del pañuelo blanco que usaràs para despedirte a travès de la ventana imaginaria que crearè en mi mente. Si mis labios bebieran la devoradora amnesia de los tuyos, si aprendieran los rumbos desconocidos a no vagabundear por el camino que va quedando atrás...
Si acaso fuese posible cargar solo lo indispensable para olvidar con precaria insistencia, como si todo el amor residente en nuestra burbuja pudiera contraerse y elevarse con reverencias ante todas las lunas regaladas, y estallara, cual estrella sepultada sobre el firmamento, con su perpetua estela rebozada de colores.
Si pudiera nada màs anticiparme al aroma que dejaràs cuando estès por largarte, al aroma que tendrà mi ropa cuando estè por llegar ese preciso instante, y tomar asì la precauciòn de atesorarte con la suavidad de la primera y la última vez, con la suavidad del amor en bruto, del amor torpe, del amor nervioso, del amor en calma. Con la suavidad de tus ojos posados con la tristeza de lo inevitable en mis pupilas dilatadas por los fallidos intentos para no romper los límites del llanto.
Si pudiera despedirme desde antes, ir guardando poco a poco todas las cosas que tengo que llevarme; La ropa colgada que puse en el closet, el cepillo de dientes que dejè junto al tuyo en el baño, mis discos favoritos que guardè junto al radio, las fotos que tomè mientras posabas para la càmara en nuestro ùltimo verano, las de aquellas vacaciones perfectas que adornaron nuestros comienzos en ese frìo invierno en el que nos largamos de la ciudad.
Sin que te dieras cuenta, harìa espacio para robarme en algún bolsillo tus sonrisas.
en mi chaqueta pondrìa un poco de tus verdes pardos, para llevarlos siempre conmigo.
Esconderìa tambièn unas cuantas rolas tuyas, el aroma de tu cuello por las noches, los abrazos que me diste, las birras que nunca nos emborracharon, los adictivos cigarros que tanto, tanto fumamos.
Si bastara con un beso; si un abrazo fuera suficiente; si un pequeño bolso lo escondiera todo perfectamente; Si bastara con comprar un solo boleto, con destino a cualquier parte . . .
Si bastara con dormir en otras camas, con viajar por otras playas, con sudar en otros brazos, con surcar los mares de cualquier extraño . . .
Sentir es todo un arte, un arte milenario, un arte natural que practicamos por inercia, 'para bien..para mal' no importa si duele, no importa si estorba; sentir es inevitable.
El arte de amar se camufla en la altura del firmamento, tan cerca y tan lejos, celestial pero inquieto, inestable y sofocante, regocijante, pero melancólico, tormentoso, aletargante, un relajo, un espasmo, un dolor como un piquete, pero màs catastròfico que cien tormentas incontrolables.
El arte de amar.te no cabe en ninguna mochila, no lo soporta ninguna espalda, no es aceptado en ningún portamaletas, ni en buses, ni en trenes, ni en barcos . . . llevarte a ti con la facilidad de llevar a cualquier otro es imposible.
Me queda caminarte, ir dejando el rastro de tus recuerdos esparcidos a un lado de la carretera, soltarte de a poco o quizàs no soltarte hasta que la deriva me conduzca a algún solitario puerto a orillas de un mar cristalino, calmo, placentero, en donde podamos desplegar nuestras parchadas alas y nos perdamos en el infinito ras del mar, en la engañosa brevedad del horizonte, bajo el delicado atardecer de un invierno que te llevaràs para siempre, que me llevarè para siempre.
Si pudiera predecir la salida del pròximo tren. (de seguro cambiaría los pasajes * )
(L)*
Si acaso fuese posible cargar solo lo indispensable para olvidar con precaria insistencia, como si todo el amor residente en nuestra burbuja pudiera contraerse y elevarse con reverencias ante todas las lunas regaladas, y estallara, cual estrella sepultada sobre el firmamento, con su perpetua estela rebozada de colores.
Si pudiera nada màs anticiparme al aroma que dejaràs cuando estès por largarte, al aroma que tendrà mi ropa cuando estè por llegar ese preciso instante, y tomar asì la precauciòn de atesorarte con la suavidad de la primera y la última vez, con la suavidad del amor en bruto, del amor torpe, del amor nervioso, del amor en calma. Con la suavidad de tus ojos posados con la tristeza de lo inevitable en mis pupilas dilatadas por los fallidos intentos para no romper los límites del llanto.
Si pudiera despedirme desde antes, ir guardando poco a poco todas las cosas que tengo que llevarme; La ropa colgada que puse en el closet, el cepillo de dientes que dejè junto al tuyo en el baño, mis discos favoritos que guardè junto al radio, las fotos que tomè mientras posabas para la càmara en nuestro ùltimo verano, las de aquellas vacaciones perfectas que adornaron nuestros comienzos en ese frìo invierno en el que nos largamos de la ciudad.
Sin que te dieras cuenta, harìa espacio para robarme en algún bolsillo tus sonrisas.
en mi chaqueta pondrìa un poco de tus verdes pardos, para llevarlos siempre conmigo.
Esconderìa tambièn unas cuantas rolas tuyas, el aroma de tu cuello por las noches, los abrazos que me diste, las birras que nunca nos emborracharon, los adictivos cigarros que tanto, tanto fumamos.
Si bastara con un beso; si un abrazo fuera suficiente; si un pequeño bolso lo escondiera todo perfectamente; Si bastara con comprar un solo boleto, con destino a cualquier parte . . .
Si bastara con dormir en otras camas, con viajar por otras playas, con sudar en otros brazos, con surcar los mares de cualquier extraño . . .
Sentir es todo un arte, un arte milenario, un arte natural que practicamos por inercia, 'para bien..para mal' no importa si duele, no importa si estorba; sentir es inevitable.
El arte de amar se camufla en la altura del firmamento, tan cerca y tan lejos, celestial pero inquieto, inestable y sofocante, regocijante, pero melancólico, tormentoso, aletargante, un relajo, un espasmo, un dolor como un piquete, pero màs catastròfico que cien tormentas incontrolables.
El arte de amar.te no cabe en ninguna mochila, no lo soporta ninguna espalda, no es aceptado en ningún portamaletas, ni en buses, ni en trenes, ni en barcos . . . llevarte a ti con la facilidad de llevar a cualquier otro es imposible.
Me queda caminarte, ir dejando el rastro de tus recuerdos esparcidos a un lado de la carretera, soltarte de a poco o quizàs no soltarte hasta que la deriva me conduzca a algún solitario puerto a orillas de un mar cristalino, calmo, placentero, en donde podamos desplegar nuestras parchadas alas y nos perdamos en el infinito ras del mar, en la engañosa brevedad del horizonte, bajo el delicado atardecer de un invierno que te llevaràs para siempre, que me llevarè para siempre.
Si pudiera predecir la salida del pròximo tren. (de seguro cambiaría los pasajes * )
(L)*
