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Posted: martes, 5 de enero de 2010 by Underfunded . - in
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Estoy mordiendome los labios, atragantandome con la ansiedad que me produce este reencuentro con tus manos imaginarias, las que me invento cuando te despides por las tardes, cuando vuelvo a mi cama y ya no te encuentro, estoy subiendo al tren del firmamento, dirección a la última estación; Esperanza*



El día en que te conocí, no solo charle con tu boca, también bailé con tu encanto. Supongo que no disimulé ni un poco el descaro, y me entregué al oceano de tus verdes pardos; Nunca he sabido nadar, pero tus selváticas pupilas me mantuvieron flotando.

Me harté de vagarte con cruel distancia, me buscaban tus esquinas para ofrecerte un cigarrillo. Brillabas tanto que imaginé que estabas levitando, pues me parecías etérea y osada, de belleza galáctica.


Cuando te conocí pudiste con el cosmos que me guardaba, con el cinturón de orión que colgaba en mi garganta, estallaste las distancias que mantuve entre mi esencia y tu coquetería, me absorbiste en mil quinientos suspiros que se ahogaban por suspirarle a tus caderas.


El día en que te conocí, me enamoré de la casualidad de nuestros tiempos, del poco sentido y la ardua paciencia; Conocí también la espera y el aletargante sabor de tu ausencia siniestra. Estuve perdida 227 días fumando a un costado de la carretera, caminé tanto que te gastaste hasta mis zapatos; Nunca hubo rumbo que se te pareciera.

Hay tantos motivos para regalarte esas cinco estrellas *

2 estupideces:

  1. Pasajero says:

    sigues dando tantos motivos para morderme los labios...
    salud por mazzy Star!

  1. Anónimo says:

    aaiiiiiiii! preciosa* GRACIAS! me embobas tantisimoooooo..

    Te aMooo*

    A!