Crónica roja

Posted: domingo, 25 de mayo de 2008 by Underfunded . - in
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Tal vez la vida, en su infinita relatividad organizada, quiera ponerme a prueba. Todos los caminos llevan a Roma, pues aquí todos los caminos llegan al mismo destino. Haga lo que haga de seguro no podrá cambiar. Siento nostalgia de tiempos que ya se esfumaron.. Quisera enfrentar el momento exacto en el que el karma entre en mí, clavándome sus mil cuchillos..., su marcada y necesaria turbulencia. Sin llorar. Sin sentirme abatida, sabré moldear los mordiscos de los vivos hasta que mi rostro parezca perfecto. Nadie dijo que de rosas se trataba la vida. Tampoco alguien se atrevió a decir que todo instante sería sinónimo de un doloroso aprendizaje. Llevo dentro mío. un infinito escudo sin máscaras, que es capaz de protegerme de las consecuencias. Cada vez que me arrastro, siento como mi espalda deja de pesar y mis brazos dejan de doler. He sentido la precaria ansiedad intentando joder mi esfuerzo. Aún puedes verme. Y aún se exactamente donde encontrarte, ¿será acaso que los estorbos no paran de estorbar? Sonreiré. Con las manchas de los costosos abrumadores triunfos bordenando mis ilimitados ojos. El horizonte parecerá espeso cuando caigan las ácidas gotas que remecen el delicado final del invierno. A estas horas del desconcierto. Nada puede volver a sorprenderme... he viajado años luz de desasociego, solo para llegar hasta aquí sin permitirme gritar, pues estoy llena de hojas blancas en las cuales verter mis parásitos y mis demonios.
Me verás caer. de serguro estarás empujándome al abismo de tu supuesta "infinita perdida", pero reiré mejor como rien los últimos, los que gozan del deterioro luego de ser pisoteados. Estoy a la espera de mi crónica anunciada, a la espera de los escombros que caerán en mi piel, a la espera de tus sucios dientes burlándose en mi cara de la inoportuna decadencia. Estoy a la espera del asesino que intente sabotearme, de las blancas nubes que interpondrán sus matices para curar mi rostro. A la espera de un nuevo y perverso despertar, pues después de la tormenta no habrá piedad que la vida sepa tomar.

1 estupideces:

  1. Ay niña... te entiendo tan bien... quizás no traduzco tus palabras con los mismos sentimientos, ni los que generaron el escrito ni los que produce el escrito... pero déjame decirte que me llegó... mucho.

    Te re kiero... besos!!!!!